“Empezar el año sin presionarse: metas que nacen del bienestar”
- hace 2 días
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El inicio de año no tiene por qué ser una carrera para convertirte en “una versión mejorada” de ti misma. Muchas personas terminan enero agotadas por metas imposibles, rutinas extremas y una voz interna que solo señala lo que “falta”. Un enfoque más saludable es hacer que tus objetivos nazcan de tu bienestar, no de la culpa ni de la comparación.
A continuación van ideas concretas para iniciar el año desde la calma, la intención y el autocuidado. No necesitas hacerlas todas: elige 1 que se sienta realista para tu vida hoy.
1. Cambiar propósitos por intenciones pequeñas
En lugar de “este año voy a cambiar por completo”, elige microcambios sostenibles.
Formula tu meta como acción concreta: “caminar 15 minutos tres veces por semana” en vez de “ponerme superfit”.
Pregúntate: “¿Esto cabe en mi vida real, con mis horarios y mi energía actuales?”.
2. Hacer una pausa para mirar el año que pasó
Antes de escribir propósitos nuevos, mira lo que ya hiciste.
Reconoce pequeños logros: haber pedido ayuda, haber puesto un límite, haber descansado más.
Puedes escribir tres cosas que aprendiste sobre ti y que quieres llevarte al nuevo año.
3. Poner la salud mental al centro
Haz que al menos una de tus metas tenga que ver directamente con tu bienestar emocional.
Ejemplos: retomar terapia, pedir una valoración psiquiátrica pendiente, agendar un espacio semanal para ti sola
El inicio de año no necesita transformarte en otra persona; puede ser simplemente una oportunidad para habitarte mejor. Si eliges objetivos que respeten tu energía, tu historia y tu ritmo, ya estás haciendo un acto profundo de cuidado hacia ti
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